martes, 14 de mayo de 2019

Después me llamas




Me gusta cuando riñes, cuando te aferras en decir que mis caricias no son tersas; te miro de reojo, sabiendo que tus labios tienen sed aunque me digas que de amar no tienes ganas.

Después de discernir sobre el pudor me abrazas, deseando que la luz en el farol se apague sin temor para dejar que el fuego nos calcine el alma. Te miro sonreír, porque sabes que después de discutir, llega la calma.

Roberto Soria – Iñaki


No hay comentarios:

Publicar un comentario