Qué le digo a sus cincuentas…
Su silueta corresponde a las modelos
que figuran sin pudor en calendario.
Las revistas de socialité le han desdeñado.
No saben lo que pierden porque usted
es la octava maravilla; un hallazgo
censurado.
La imagino entre mis brazos,
Devorando los piropos
que me ofrece el diccionario.
Acepto que sus pechos no son firmes,
y que lo terso de su piel solo es presea;
un recuerdo del pasado pero…
Mire lo que son las cosas,
yo enviándole unas rosas sin saber que usted,
prefiere las gladiolas y un amor en el
armario.
Bienvenidos los cincuentas.
Roberto Soria – Iñaki
Imagen pública