Es cierto que te amo,
mas no lo suficiente.
Quiero mantener vigentes tus caricias y los besos;
así lo pienso.
Necesito renovar la enjundia;
disfrazar el erotismo con la brasa que
calcina cualquier duda.
Confieso que me siento tuyo;
pertenencia absurda,
con cientos de cadenas que me atrapan en tu
boca.
Las almas tienen sed;
nuestros cuerpos se desprenden de la ropa.
¡Exploremos juntos lo prohibido!
Y después de descubrir lo que nos ha fundido,
dejaremos que el sudor amaine el fuego.
Te quiero así, como se quiere la luna con el
sol,
sin importar el ego.
Roberto Soria – Iñaki
Imagen pública
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