lunes, 5 de octubre de 2020

Lección de vida

 

 

Hoy he recibido un comentario muy valioso, intangible, tan acertado que me ha puesto la piel de gallina. Como escritor, y como ser humano, no puedo dejar de agradecer por tan enorme aporte. No mencionaré la publicación para no generar debate; simplemente diré que, como seres humanos, merecemos respeto: las mujeres no son la excepción, para las cuales escribo, porque desde mi humilde opinión son lo mejor que he conocido, incluidas mi madre, mi esposa y mis hermanas, así como todas las damas que conozco; sin menoscabo al género masculino.

 

Mencionar las virtudes de las mujeres sería redundar, en cambio, diré que me sabe bien hablar de ellas; alabar sus bondades, ocultas o bien disimuladas en esa aparente fragilidad, me conduce a meditar sobre su resiliencia, por cierto, encomiable.

 

Hoy, en mi país, muchas mujeres mueren a manos de miserables sin escrúpulos y, por desgracia, las autoridades, INCOMPETENTES, nada hacen al respecto. No me llevo bien con la violencia, pero al ponerme en los zapatos de quienes han sido privadas de la vida, me hace dudar si la justicia por propia mano es razonable y aceptable. Solo quienes han padecido tan aberrantes acontecimientos saben lo que llevan cargando en sus mochilas, lo cual, merece mi respeto.

 

Muchísimas gracias, querida y respetable Carmen.


Roberto Soria - Iñaki

Imagen pública