miércoles, 29 de noviembre de 2017

Réquiem para dos


Nos dejamos morir
Entrelazados en recuerdos secos
Bajo nubarrones llenos de mentiras

Tu altivez aprisionó a la rosa
Y del tallo cortaste las espinas
Para flagelar al sentimiento mutilado

Y miramos la tristeza de la luna
Cobijada por el llanto de la noche
Sin piedad, la dejamos a su suerte

Estuve a punto de golpear mi pecho
En un acto de impotencia y de reclamo
Pero el invierno congeló mis manos

Nuestros ojos escondieron la mirada
Era tiempo de alistar nuestro equipaje
Mil suspiros sentenciaron la partida

Nuestros labios mantuvieron la distancia
Hilvanados con pespunte de reproches
Las palabras nos habían abandonado

Recogiste las huellas de tus pasos
Yo borré las iniciales de tu nombre
Y los dos hicimos polvo los abrazos

Par de corazones
En dos métricas distintas sin retorno
No hay amor, tan sólo el palpitar del -te perdono-.



Roberto Soria - Iñaki
Imagen pública

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