lunes, 20 de noviembre de 2017

Corazón en coma


En un corazón destrozado brotan coágulos de muerte..., se torna macilento, sin el hálito de vida que le permita sostener el palpitar equiparable al tic-tac de aquel reloj sin manecillas que pendía de los hilos hechos con suspiros vanos.

Y duele, se achica, porque el flujo inefable de partículas sedientas del amor que necesita se estaciona.

Y lo etéreo del —te quiero— se quebranta, al igual que la hojarasca cuando cae del viejo roble que le ofreció su sempiterno aliento para convertirlo en algo efímero.

Corazón en coma, repitiendo sin parar las cinco letras del —te amo—. ¡¿Dónde está tu resiliencia?! Si tu nictofilia ante su ausencia te hace presa.

¡Grita, corazón! Traspasa la barrera del sonido, irrumpe con el último latido en la distancia, y dile que le amas como nadie habrá de hacerlo, porque el palpitar de tu acendrada estirpe, no conoce del olvido.

Roberto Soria – Iñaki
Imagen pública


No hay comentarios:

Publicar un comentario