Hoy, después de tanto
practicar he podido dibujar con trazos temblorosos mis primeras letras. Quiero
decirte que el Síndrome de Down que me acompaña en esta vida no es problema,
así que, ya no llores, mamá, porque la felicidad que llevo al interior me
permite darte amor a manos llenas.
De a poco entiendo que la
soledad que te atormenta desde que se fue papá se convirtió en tu compañera, y
que el dolor que te produce la implacable sociedad por lo que juzgan anormal te
causa heridas pero…, no hagas caso de lo que te digan. Colócale un cerrojo a
tus oídos y habla con tu corazón; el perdón es un panal donde la miel se
encarga de endulzar cualquier dilema.
Deja que bese tus manos,
mamá, frente a la foto que dejó papá colgada en el armario; lugar donde
descansan los recuerdos. Después, caminaremos tomados de la mano. ¿Sabes?, he guardado
unos centavos en un viejo calcetín que oculto bajo mi cama; tengo ganas de invitarte
un mantecado… Quiero que vistas el faldón a cuadros, y que te pintes los labios;
me gusta cuando sonríes y dices que soy amado.
Disculpa la ortografía, te
prometo mejorar. Y ahora para terminar
te diré que tú, mamá, eres mi mejor regalo.
Roberto Soria – Iñaki
Imagen pública
No hay comentarios:
Publicar un comentario