jueves, 30 de abril de 2020

Pesadillas





Anoche tuve pesadillas…

Me vi en un país en franca decadencia, donde el presidente, como consecuencia de su estupidez, con gran dificultad podía articular dos palabras seguidas, haciendo de sus discursos demagógicos pausados, decretos que sentenciaban a la estabilidad y pronosticaban la hecatombe de un pueblo entero, el cual, le había brindado su voto de confianza; basados en la ignorancia, y sobre todo, en el hartazgo de la falsa democracia presidida por los mandatarios anteriores, quienes sin vergüenza alguna, habían dejado a la nación en la pobreza extrema; producto de saqueos sin castigo.

Se trataba de un pueblo herido, cuyos funcionarios hacían de las suyas en total impunidad, resaltando su destreza para manipular la realidad que azotaba a los desprotegidos; ejemplo claro, los estragos de la pandemia, en donde los empleados sanitarios salían a las calles suplicando insumos para combatir al virus, mientras los directivos no solo se lavaban las manos, sino que argumentaban con descaro soluciones falsas, replicadas —a su arbitrio— por el sistema mediático.

Miles de desempleados se sumaban cada día a la lista enorme de quienes buscaban con desesperación un apoyo económico —migajas—, mientras el Erario Público guardaba bajo llave los recursos financieros para procurar los bonos de los políticos, en su mayoría, corruptos.

Muchos ciudadanos se morían; no solo por el coronavirus, sino por otros padecimientos, entre los que destacaban, el hambre y la injusticia… Me desperté sudando frío; menos mal que solo fue una pesadilla.

Imagen pública


No hay comentarios:

Publicar un comentario