viernes, 4 de septiembre de 2020

Detrás de la careta

 


Las redes nos atraparon, devorando las neuronas. El objetivo principal, si es que lo hubo, de acercar y unir al mundo, ha sido desvirtuado. Hoy, el encono está presente como resultado de las diferencias sociales y culturales. Las ideologías son armas que asesinan la libertad de pensamiento y expresión. Es cierto que no son todos: existen quienes, con inteligencia mental y emocional, dejan huella favorable para el desarrollo humano, pero por desgracia cada vez son menos.

 

Qué tanto hemos evolucionado; qué tan civilizados somos; qué tan pensantes y razonables nos consideramos. Nos hemos convertido en lo que tanto odiamos: indolentes y mundanos, cobijados por la frivolidad y mezquindad que relega los conceptos éticos.

 

En franca analogía somos como marabunta, acometiendo contra todo y todos de manera voraz, sin escrúpulos, dejando de manifiesto que la ignorancia nos supera porque los principios agonizan.

 

Humanidad: un término que dista de su significado. Y qué decir del futuro: nunca más incierto y devaluado. Poco hacemos como sociedad: los adultos hemos caducado. Sí, estamos atrapados en las redes al igual que los pescados; listos para ser devorados y saciar el apetito del poder y el infrahumano.

 

Roberto Soria – Iñaki

Imagen pública

 

#sociedad #humanidad #filantropía #antropología

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