viernes, 14 de junio de 2019

Por cobardía




Cómo puedo dibujar en un papel del alma el sentimiento que nació de la quimera; dime cómo, si el pincel no se acomoda, le hace falta el singular calor que de tus labios emanaba. Mi alcoba está vacía, y el suspiro que soñaba con besar la melodía que compuse para ti, ha muerto.

De pétalos resecos he cubierto nuestra almohada, con el afán de perpetuar esa fragancia peculiar que se quedó impregnada; obvio, de tu frágil cuerpo. ¿Sabes? El grillo que entonaba su estridulación celebrando nuestro idilio me reclama. ¡Entre lágrimas amargas intento consolarlo!, mas no puedo…, ya no come, ya no duerme, ya no salta.

Por las noches, subo al monte para percibir tu aliento, pero el viento se ha ausentado, y hasta el eco se resiste en repetir tu nombre. ¡Maldita sea mi suerte! ¿Por qué robaste un trozo de mi ser? Sabes bien cuánto te amaba; pero te fuiste, ¡decidiste cancelar aquel decreto medular y yo…! Sentí que me moría. Abrazaré la soledad, y pediré a la luna que acaricie mi agonía. Mis huesos se han cansado de esperar por ti, y tú, sabiendo que me quieres sinigual no vuelves, quizá, por cobardía.

Roberto Soria – Iñaki
Imagen pública


No hay comentarios:

Publicar un comentario