jueves, 14 de junio de 2018

Somos viejos



Me gusta verte, con el cabello recogido en esa especie de coleta mal tejida. Sin perfume; impregnada con olores propios que te da la casa.
Adoro cuando riñes, con tu cejo levantado; sin pintura sobre el rostro, con ese viejo delantal que se ciñe a tu cintura.
Y ni hablar de tus caricias, fascinantes, con esas manos que han abandonado la tersura. Nuestros besos son traviesos, envoltura de pasión que se ha perdido con el tiempo, todo a cambio de un amor que se confiesa tierno.
Recibirte en nuestra cama llena de tranquilidad mi pecho; es momento de mirar esas estrellas en tus ojos sin decir una palabra.
Nuestros pies se juntan, se entienden; no hay pudor que los limite por estar desnudos. Nuestras manos juguetean mientras hacen nudos, y el aliento en nuestras bocas..., se mantiene mudo.
Sí, me gusta verte, porque el viejo corazón que late dentro de mi ser no ha dejado de quererte; consciente incluso de que un día llegará la muerte.
Anda, duerme, no sin antes escuchar que me confieso afortunado; por el hecho de tenerte, y al tenerte, comprendí que siempre soñaré a tu lado.


Roberto Soria - Iñaki
Imagen pública

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