Hoy
quiero que hagamos el amor, con tu permiso. Pero no de la forma que imaginas, no...
Quiero
desnudarte sin tocar tu ropa, y quitarte los tacones poco a poco con la boca.
¿Te
imaginas mi pasión perversa contenida por un beso...? No digas nada, tu expresión
es suficiente para mí, me lo dice tu mirada.
En
el punto máximo de mi deseo, morderé con extrema suavidad tu cuello. Te imagino
enamorada, arrancando con los dientes los hilvanes de la almohada.
Dejaremos
que el tic-tac del gran reloj nos marque el ritmo, claro está, de vez en vez
realizaremos una pausa para consentirte con un mimo.
Entrada
la madrugada, pasaré mis labios por tu frente, ¡como si fuese un demente!
Y si acaso no te sientes complacida, te someteré con versos, hasta que tus muslos tersos, te declaren por vencida.
Y si acaso no te sientes complacida, te someteré con versos, hasta que tus muslos tersos, te declaren por vencida.
Esta
noche haremos el amor..., no quiero sexo.
Roberto
Soria – Iñaki
Imagen
pública
No hay comentarios:
Publicar un comentario