sábado, 14 de octubre de 2017

Un viejo amigo


Aquí me tienes, viejo amigo, respirando los últimos instantes de mi tiempo... Con miles de recuerdos, en espera de mi cita con la muerte, porque por fin la misteriosa suerte, me pide declararme por vencido.

Quisiera postergar ese momento, para besarme con las millas recorridas, y agradecer a los que nunca se marcharon, por el amor que a manos llenas me brindaron, en cada paso decisivo de mi vida.

Hemos disfrutado mucho, viejo amigo. Y en el balance final de mi memoria, rescato los momentos de la gloria. Cierto es que no desdeño las caídas, aquí tienes un par de testigos..., mis rodillas. Cuyas cicatrices hacen acto de presencia, para ser coronadas con laureles, y recibir el galardón a la paciencia.

Espera, no te duermas, viejo amigo. Que deseo platicarte de lo mucho que he querido, pero si ya estás cansado, no te preocupes, amigo, descansa..., que yo me duermo contigo.





©Roberto Soria - Iñaki
Imagen de United Artists
Colección de mini relatos®

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