sábado, 16 de noviembre de 2019

Amarte sin sentido




Dormí contigo, amparada en la promesa que me hiciste de vivir conmigo; palabras sin sentido. Y te creí, pensando que tal vez, con el correr del tiempo, tu cariño avivaría mi fuego.

El tiempo se hizo cargo de mostrarme el cruel destino; la miel que de tus labios me bebí se puso amarga, y tus caricias se volvieron como el hielo. La triste realidad era una daga, seccionando sin piedad el sentimiento que guardaba para ti; ¡maldita sea!

No tuve más opción que renunciar a ser querida. Tallé mi piel, con la piedra del olvido, intentando deshacerme de tus besos pervertidos; dejé de amar, y de sentirme tu mujer, porque mintió tu ser, al prometer que tú, ansiabas convertirte en mi marido.

Roberto Soria – Iñaki
Imagen pública


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