No, hoy ya no canta el jilguero
Aquel que me daba en tu nombre el «buenos días.»
Su nido luce intacto
Igual que la última vez que te escuché decir que me querías.
Ante el silencio, el viento me pregunta las razones
Y no acierto a responder
Tan sólo llegan a mi mente decasílabos
Que me atormentan con sus especulaciones.
Pensé que la luna me daría respuestas
Pero al mirarla sufrir ante tu ausencia
Decidí no formular preguntas
Y preferí llorar con ella…, de impotencia.
"Espero curarme de ti", Sabines lo decía
Mientras yo le grito al tiempo lo contrario
Y basado en mi locura, pido que seas para mí,
Por siempre y para siempre… La cura.
Quise perseguir tus huellas
Pero la lluvia se hizo cargo de borrarlas
¡No quiere que te encuentre! Quizá por celos,
Por haberme enamorado de tu cuerpo, y también de tus desvelos.
Hoy la noche para mí se torna espesa
Mas nada me interesa
Seguiré buscando entre las sombras
Y aguzaré mi oído, por si acaso alguna vez…, me nombras.
Porque no me conformo con tu olvido
¡Porque no aceptaré que te hayas ido!
Sin haber escuchado de tus labios
Esa frase que asesine mi cariño.
Roberto Soria - Iñaki
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