jueves, 31 de agosto de 2017

La espiga

—¿Por qué te empeñas en caminar entre la hierba mala?— le dijo al HOMBRE un viejo morador de la comarca. El HOMBRE respiró profundo, con la vista fija contemplando el horizonte.
Después de unos instantes depositó sus rodillas sobre el campo, con ambas manos removió cuidadoso la maleza. Arrancó de tajo los hierbajos, para dejar al descubierto la belleza de una espiga… El anciano la miraba complacido, al tiempo que aquel HOMBRE pronunciaba —Es por esto que lo hago, porque aun entre lo malo habita el trigo.


©Roberto Soria – Iñaki

martes, 29 de agosto de 2017

Soneto de reconciliación




Llora mi querido bandoneón, frente a la luna

Que la noche quiere disipar por fin su pena

Y para resolver el dilema de tan cruel condena

Le basta tu canción, tan sólo una



Que los perros, mis guardianes, alerten el sentido

Y que mi hija, mi pequeña, se decante por la euforia

Para celebrar en el alcázar con las mieles de la gloria

El haber vencido a los fantasmas de tan cruel olvido




Porque no me venceré por tanta ausencia

Ni viviré del recuerdo tan querido

Porque me asiste en la memoria la paciencia




Y si vuelvo a enamorarme en lo sinuoso del camino

Seré prudente, apasionada y persistente ¿por qué?

Porque sé que enamorarse sólo es cosa del destino






©by Roberto Soria - Iñaki

viernes, 25 de agosto de 2017

Tejedoras de esperanzas



         «Necedad…» Así le llaman algunos a la insistencia de dar sin recibir algo a cambio. —¡Eres un animal en peligro de extinción!— me grita desde el fondo del salón una de mis alumnas. La miro complacido.
La clase de hoy incluyó filosofía empresarial —profesor, ¿podríamos alargar la clase con usted hasta diciembre?— Se trata de Patricia, mujer que se convence en cada sesión de que la perseverancia trae consigo un premio. La miro sonriente. Ella entiende mi mirada, sabe que sería un placer continuar con la enseñanza pero…, ya no depende de mí.
Los cursos están por concluir. «Valió la pena.» Me digo… Los conocimientos transmitidos hacen gala de presencia. El grupo se lleva lo mejor de mí; el esfuerzo, mi cariño, la esperanza.
No, definitivamente no es fácil para muchos emprender el camino hacia la independencia, sobre todo en un país en donde la apuesta por la impunidad y la ignorancia se convierte en distintivo, agravando la pobreza extrema.
—¡¿Qué nos depara el destino, profesor?! ¡Si el puñetero gobierno nos ha sumergido en la mierda!— comentario lleno de impotencia de otra de las compañeras. Apunto con el índice mi sien derecha… «Piensa», digo para mis adentros.
—El cambio está en cada una de ustedes— el silencio envuelve al aula, mi voz retumba en la pizarra —el problema de nosotros es la compasión, rompamos paradigmas, la autosuficiencia las espera. No tengan temor al fracaso, un negocio bien estructurado suele traer recompensa—. Se quedan pensativas.
Qué difícil es romper esquemas de esclavitud. Aves encerradas en jaula abierta, mujeres temerosas de emprender el vuelo, acostumbradas al yugo patriarcal que las aqueja, maltratadas por lo menos…, psicológicamente.
«¡Una, con una que lo entienda me daré por bien servido!». Es lo que me digo al iniciar mis clases.
La jornada termina. Camino hacia la parada del transporte público. El autobús se detiene, ocupo uno de los asientos disponibles. Abrazo mi mochila, mi teléfono móvil suena. Se trata de una de mis alumnas… —¡Muchas gracias, profesor!— es un mensaje de texto, corto, acompañado de uno de esos emoticones sonrientes —¿por qué?— le pregunto de inmediato —porque por primera vez puedo valerme por mí misma.
Sonrío al tiempo que mi mente construye una frase… «Mujer, cuando aprendas a valorar el potencial que tienes, ese día, tu fuerza de voluntad habrá vencido.»


Roberto Soria - Iñaki

martes, 22 de agosto de 2017

Ausencia






No, hoy ya no canta el jilguero

Aquel que me daba en tu nombre el «buenos días.»

Su nido luce intacto


Igual que la última vez que te escuché decir que me querías.



Ante el silencio, el viento me pregunta las razones

Y no acierto a responder

Tan sólo llegan a mi mente decasílabos

Que me atormentan con sus especulaciones.


Pensé que la luna me daría respuestas

Pero al mirarla sufrir ante tu ausencia

Decidí no formular preguntas

Y preferí llorar con ella…, de impotencia.


"Espero curarme de ti", Sabines lo decía

Mientras yo le grito al tiempo lo contrario

Y basado en mi locura, pido que seas para mí,

Por siempre y para siempre… La cura.


Quise perseguir tus huellas

Pero la lluvia se hizo cargo de borrarlas

¡No quiere que te encuentre! Quizá por celos,

Por haberme enamorado de tu cuerpo, y también de tus desvelos.


Hoy la noche para mí se torna espesa

Mas nada me interesa

Seguiré buscando entre las sombras

Y aguzaré mi oído, por si acaso alguna vez…, me nombras.


Porque no me conformo con tu olvido

¡Porque no aceptaré que te hayas ido!

Sin haber escuchado de tus labios

Esa frase que asesine mi cariño.




Roberto Soria - Iñaki

sábado, 19 de agosto de 2017

Perseverancia


Si te rindes ante las vicisitudes, jamás conocerás el potencial de tu entereza.

Chocolate



Probaré de tus labios el sabor del chocolate, mientras mis suspiros se desnudan ante la timidez de tu cordura...

Sin derecho



No..., nadie tiene el derecho de robar tu libertad, a menos que tú se lo permitas.

Roberto Soria - Iñaki

Sin barreras



Si me hablaran de distancia
Como condición latente
Para besarte los labios
Me declararé paciente
Les diré que acepto el reto
Para mirarte de frente
Porque quiero enamorarte
Con mi corazón ardiente
Si acaso el tiempo implacable
Se mostrara insuficiente
Haré un trato con la muerte
Para que yo pueda verte
Y si no me lo concede
Por cuestiones del destino
Pienso construir un túnel
Que me acerque a tu cariño
No importa cuánto me tarde
En edificar el nido
Quiero que seas mi mujer...
Yo quiero ser tu marido


Roberto Soria - Iñaki
© Derechos reservados